Logo Clubplaneta


Compártenos
FaceBookTwitterGoogleCorreoPin it
/www.trabajo.com.mx/ >Cultura de trabajo>Tipos de compañeras tóxicas en el trabajo>

Tipos de compañeras tóxicas en el trabajo

tipos de compañeras tóxicas que puedes encontrar en el trabajo

Nuestro trabajo (oficina, taller, etc.) es el segundo lugar donde pasamos más tiempo después de nuestro hogar. Por ello, resulta lógico y normal suponer que puedan surgir roces y hasta conflictos con algunos de nuestros compañeros, ya que cada persona tiene su forma de ser que puede no coincidir con la nuestra.

Lo malo es que este tipo de enfrentamientos se salga de control, convirtiendo la oficina en un escenario de contiendas poco gratas lo que crea un ambiente laboral tenso y poco agradable.

Es importante observar que la gente difícil, problemática y hostíl (tóxica) siempre ha existido, ya que son personas que ven la vida, las cosas y las situaciones a través de un lente muy contaminado de creencias, que en el coaching de recursos humanos se llama creencias limitantes.

Por esa razón, se debe prestar mucha atención a los patrones de comportamiento y contexto en los que se dan las situaciones. Si bien no se puede cambiar a una persona tóxica, existen soluciones para interactuar con ella y evitar ser su víctima:

1. La secretaria veterana

la secretaria veterana

Cómo actúa. Observa tus movimientos, conoce tu historial laboral (¡y sentimental!) y resopla si no sabes rellenar algún documento.

Su punto flaco. Ese jefe que siempre la llama “Amparito” y le dice que sigue igual de guapa.

Cómo lidiar con ella. ¡Ni se te ocurra gruñirle! Sigue los consejos de Esther Martínez, psicóloga, coach y analista conductual de Bitácora Consulting: “Es sistemática, madura y tiene miedo a que critiquen su trabajo. Háblale con voz controlada, directa y amable; no invadas su espacio y mírala a los ojos”.

2. La compañera sin identidad

la compañera sin identidad

Cómo actúa. Te cuenta con detalle los pormenores de su visita al ginecólogo y discute con su novio a voz en grito por teléfono.

Su punto flaco. Toda bocazas tiene un gran secreto. Puede ser un amor oculto en la oficina o una pasión desaforada por el macramé. Si lo descubres, estará en tus manos.

Cómo lidiar con ella. Si quieres evitar sus monólogos, no le hagas preguntas (ni siquiera “¿qué tal el fin de semana?”). Y ensaya varias frases de huida (“¿podemos hablar de eso luego? Tengo que entregar este informe en media hora”).

3. La empantanada

la empantanada

Cómo actúa. ¿Tienes mucho trabajo? Ella más. ¿Te han asignado un proyecto difícil? El que tiene ella es complejísimo. No puede bajar a tomar un café, ni ayudarte, ni ir al baño siquiera... Un buen día se va de vacaciones y te toca encargarte de lo suyo. Y no era para tanto.

Su punto flaco. Su cobardía. Háblale de un plan para exponer sus quejas a los jefes y le entrará el pánico.

Cómo lidiar con ella. No dejando que te afecte. “Si es feliz pensando que su trabajo es muy importante y engañándose, ¿qué más da?”, dice el psicólogo Bertrand Regader.

4. La jefa colega

la jefa colega

Cómo actúa. Todavía no ha superado el trauma del ascenso y quiere sentirse “una más”. Insiste en tomarse una copa después del trabajo y, si puede, critica a sus superiores en tono confidencial.

Su punto flaco. Añora estar al día de los chismes. Si quieres mantener un pie dentro del despacho, lánzale alguno de vez en cuando.

Cómo lidiar con ella. Mantén los límites. “Es una jefa –señala Regader–, por mucho que se presente cercana y amistosa. Los roles en una empresa juegan un papel fundamental que, tarde o temprano, sale a la luz. Desconfía de la excesiva amabilidad y actúa con asertividad y profesionalidad”.

5. La princesa del café

la princesa del café

Cómo actúa. No se sabe muy bien cuándo trabaja, porque se toma tantos descansos que ni siquiera estamos seguros de que su ordenador funcione. Su principal actividad es enterarse de todos los rumores de la oficina. Y, al menos en ese sentido, es competente.

Su punto flaco. Sus fuentes son poco fiables, cuando no inexistentes. Para descolocarla, háblale como si fueras una periodista de investigación: “¿Te lo contó él mismo?, ¿lo vio alguien?”.

Cómo lidiar con ella. Si quieres estar al día de los trending topics del trabajo, cinco minutos diarios con ella te serán muy útiles, siempre que no le cuentes nada personal. En última instancia, recuerda que el chisme sirve para advertirte de las malas prácticas de ciertos compañeros, anima a los más perezosos y crea lazos emocionales entre los empleados, según un estudio de la Universidad de Ámsterdam (Holanda).

6. La becaria feliz

la becaria feliz

Cómo actúa. Está en-tu-sias-ma-da con el trabajo y no deja de repetirlo. Lleva un cuadernito en el que toma notas, mira a todos con los ojos muy abiertos y hace muchísimas preguntas. Puedes medir tu síndrome del empleado quemado según el nivel de irritación que te provoque.

Su punto flaco. ¡Todos! Si la regañan, se va al baño a llorar. Si mete la pata, se flagela durante horas gimoteando. Si tiene que pedir ayuda, se desespera. Es una bomba de hipersensibilidad siempre a punto de estallar.

Cómo lidiar con ella. Como lo harías con un hijo adolescente, sabiendo que se le pasará. Y que, cuando ocurra, lo echarás de menos. “Los becarios trabajan prácticamente a cambio de nada y eso es duro”, señala Regader. “Merecen nuestra comprensión. Si queremos ayudarles, podemos hablarles de forma cercana y explicarles que tal vez tengan que rebajar un poco sus expectativas, siempre valorando su vitalidad para no desmotivarles”.

7. La reina del culto

la reina del culto

Cómo actúa. Su tupper del almuerzo solo contiene quinoa, cúrcuma y verduras ecológicas. Va al gimnasio cada mañana, a la misma hora en que tú le murmuras a tu despertador: “Cinco minutos más”. Su estilo de vida es tan cansado que algunas personas tienen que sentarse nada más verla.

Su punto flaco. Asimila mal el alcohol. Llévatela de copas y en dos horas la tendrás zampando gominolas y papas fritas.

Cómo lidiar con ella. Trátala como si fuera de otra raza y admite que tiene algo de razón. En el fondo, sabes que podrías desayunar algo más sano que una bebida refrescante con burbujas y dos palmeras de chocolate.

8. La aspirante a Lannister

la aspirante a lannister

Cómo actúa. Todos la temen más que a un nublado, porque tiene un plan y los que trabaján con ella son piezas en su ajedrez maquiavélico. Carece de compasión o sentimientos, y disfruta manipulando a todos para conseguir sus propósitos. De hecho, su frase favorita es: “Esta gente no sabe quién soy yo”.

Su punto flaco. Por suerte, el verdadero genio político escasea. En realidad, y por mucho que le guste pensar lo contrario, tiene más de Theon Greyjoy que de Tyrion Lannister.

Cómo lidiar con ella. Es fácil: “Distancia, asertividad y prudencia. No hay que facilitarles más información de la estrictamente necesaria”, recomienda Regader. Si se pasa, valora dar parte a los jefes.

9. La madre adoptiva

la madre adoptiva

Cómo actúa. Trae dulces de su pueblo, te explica cómo separar la ropa para lavarla y, si te quejas del jefe, te da un sermón sobre la importancia del pensamiento positivo según Paulo Coelho.

Su punto flaco. Lleva años sin pensar en sí misma. Si un buen día te presentas con un croissant para ella porque has recordado que le gustan, te habrás ganado su corazón... para toda la vida.

Cómo lidiar con ella. “Muéstrale interés sincero, aportándole garantías personales de tu apoyo”, aconseja Esther Martínez.

10. La que tiene una vida

la que tiene una vida

Cómo actúa. Para ella, el trabajo es ese lugar donde recargar su móvil. Sus redes sociales tintinean constantemente, se retira con frecuencia a un rincón para hablar en susurros y conoce cada nuevo garito de moda en 20 kilómetros a la redonda. Eso sí, entre las resacas y sus llamadas “importantísimas”, no es nada productiva.

Su punto flaco. Le tiene pánico a cierta jefa; solo a una.

Cómo lidiar con ella. “Si está provocando que otros hagan horas extra, comunícalo de forma cauta a un jefe”, señala Regader.

11. La estrella en ascenso

la estrella en ascenso

Cómo actúa. Tiene muy claro que está aquí para subir como la espuma. Se toma su trabajo muy en serio, domina a la perfección la jerga y se relaciona con la gente adecuada, tanto en horas de oficina como en el afterwork. Asúmelo: en dos años estarás a sus órdenes.

Su punto flaco. A veces, siente nostalgia de lo que era ser humana.

Cómo lidiar con ella. Este tipo de trabajadora es de las peores. “Háblale con voz segura, apoyando tu discurso con datos y no invadas su espacio”, dice la experta de Bitácora Consulting.

Fuente:
http://www.msn.com/
http://www.rrhh-web.com/

Zona de comentarios