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Decálogo de frases que NO debes decir a tu jefe

Expresarte de manera correcta en el trabajo te puede traer grandes satisfacciones, sin embargo, cuando dices algo incorrecto pueden surgir problemas; pues muchas veces el ambiente laboral se puede tensar y puede ocasionar fricciones entre los compañeros o hasta con el jefe.

Precisamente cuando se suscitan conflictos con el jefe uno debe de guardar la compostura aunque estemos muy enojados, es mejor pensar muy bien antes de hablar, pues una mala palabra nos puede costar el trabajo.

Aquí unos ejemplos de lo que no se debe decir:

1.- "A mí no me pagan por hacer esto". A veces tu jefe te asignará tareas que no aparecían estipuladas en tu contrato. Quizás la indignación o el temor ante una labor nueva y desconocida, que no sabes cómo realizar, puedan llevarte a decir esta frase, pero debes evitarlo a toda costa. En lugar de esto, no tengas miedo de preguntar cómo desempeñarla y valora la posibilidad que tienes de aprender algo nuevo.

Ten en cuenta algo, en un trabajo muchas veces uno se vuelve multifuncional, por lo que decir eso puede ser contraproducente y en un futuro puedes quedar excluido de un ascenso.

2.- "Ayer me dijiste que hiciera exactamente lo contrario". Las contradicciones son parte de ser jefe, especialmente cuando están frente a una encrucijada. Es importante que estés dispuesto a seguir su paso y no juzgar sus equivocaciones. Intenta decirle: "estoy trabajando para encontrar el punto medio entre el enfoque de ayer y el nuevo ángulo de hoy. Ayúdame un poco con eso."

3.- "Eso me lleva demasiado tiempo". No hay nada peor que un empleado que se queja del tiempo que tiene que invertir en sacar adelante la empresa para la que trabaja.

4.- "¿Esto no lo puede hacer otro?". Probablemente sí, pero tu jefe te ha encomendado la tarea a ti. Nunca hagas esa pregunta. Si lo haces, quizás cuando haya un puesto de mayor responsabilidad, tu jefe piense también en otra persona para que lo ocupe, por no haber mostrado algo más de iniciativa.

5.- "No creo que pueda hacerlo". Incorrecto: esa nunca es la actitud. Así solo reflejas inseguridad y falta de iniciativa. Aunque te hayan ordenado una tarea que crees que te va grande, acéptala. Seguramente, te asombrarás de lo que eres capaz de hacer. Y si metes la pata, recuerda que la segunda vez que lo intentes se te dará mucho mejor.

A los jefes les gustan los empleados cargados de positividad, pasión y determinación, no los que se quejan y no se creen capaces de superarse a sí mismos.

6.- “No fui yo, fue él”. Si eres responsable, acéptalo. Si no es tu responsabilidad o culpa, explícalo. Pero no apuntes el dedo a nadie más. Hablar mal de otro te quita credibilidad, ya que si hablás de él detrás de sus espaldas, ¿qué le asegura a tu jefe que no lo hacés de él también?

7.- "Estoy ocupado, pídeselo a otra persona". La primera parte puede ser correcta, la segunda siempre está equivocada. Si se ha de realizar determinada tarea y eres el elegido, alguna buena razón debe haber detrás de determinada decisión. Negocia con tu jefe cual de las tareas le es más importante o requiere ser entregada primero.

8.- "No necesito que nadie me enseñe”. Cuidado. Una cosa es que sepamos lo suficiente para hacer correctamente nuestro trabajo y otra muy diferente, decir que ya no tenemos más que aprender. Además, es petulante. Siempre se puede aprender algo nuevo.

9.- "Nunca me dijiste que lo hiciera". Guiarte únicamente por lineamientos puntuales puede ser problemático. Las empresas valoran a los empleados con iniciativa y atención al detalle. Quizás la petición formal no involucró todos los aspectos de la tarea pero tienes que ser capaz de prevenir y pensar más allá de la simple orden. Destacar un error que pudo haber cometido tu jefe al asignarte una tarea no es la mejor manera de proceder si quieres mantener tu empleo.

10.- “Estoy buscando un empleo mejor”. De acuerdo, siempre está bien seguir a la búsqueda de un empleo con mejores condiciones o que simplemente te llene más. Pero ahora estás aquí, en esta empresa, y que tu jefe sepa que estás deseando irte no beneficiará tu imagen como empleado. Tu jefe pensará que no estás dándolo todo y si las cosas se ponen feas y tiene que despedir a alguien, tú tendrás todas las papeletas para irte.

Fuente:
http://archivo.de10.com.mx/
http://www.marketingdirecto.com/
http://codigonuevo.com/
http://noticias.universia.com.ar/
http://grupocinte.blogspot.mx/

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